lunes, 29 de noviembre de 2021

Feminidad (Mercedes Gómez Blesa)

Esa nueva España de la Segunda República es también nueva gracias al modelo inédito de feminidad que comienzan a desempeñar y reivindicar las modernas y vanguardistas. Desde aspectos tan aparentemente insignificantes como la moda, en donde las modernas acortan sus faldas y se atreven a enseñar las piernas, retando el recato preconizado por la moral cristiana, o a ocultar sus curvas con unos vestidos que tienden a una indeferenciación de géneros que ocultan sus dotes maternales, o a salir a la calle solas, sin carabina y sin sombrero, como una protesta contra la distinción burguesa de clase, pasando por aspectos sociales tan importantes como la incorporación de la mujer a la vida universitaria o al desempeño de trabajos liberales a través de los cuales no solo busca la independencia económica, sino la formación de su propia identidad, o el ejercicio, por primera vez, de puestos de responsabilidad política, vemos que se desencadena todo un proceso de transformación social y cultural que debe ser analizado y estudiado cuando se hace balance de este período histórico. Hay, por tanto, que reivindicar una reinterpretación y relectura del modernismo y la vanguardia no solo desde un aspecto literario o artístico, sino también histórico y filosófico, pues el nuevo modelo de feminidad se va fraguando a través de la escritura y del cultivo por parte de las mujeres del género ensayístico que les permite reflexionar sobre su condición femenina y también, e indirectamente, sobre la sociedad en la que se desarrolla su proyecto vital. Las intelectuales republicanas viven ese momento de un modo mucho más trascendente que su compañeros varones de generación, pues protagonizan un doble despertar: por un lado, un despertar a una nueva España, a un nuevo marco político, al que sienten haber contribuido muy activamente en su creación y que permite el estreno de nuevas libertades; y, por otro, el despertar de una nueva identidad femenina que lleva a su máxima radicalidad el compromiso de la inteligencia con la sociedad, pues ellas no solo reivindican un cambio social más profundo, asociado a una modificación de la mentalidad de un pueblo que no quiere reconocer a la mujer como un ser moralmente autónomo.
 
Feminidad (Mercedes Gómez Blesa)


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Las intelectuales republicanas
Mercedes Gómez Blesa (Casas-Ibáñez, Albacete, 21 de septiembre de 1964)
 
De hecho, la imagen de la mujer aparece siempre asociada a la iconografía de la República. En la mayoría de los carteles propagandísticos del nuevo gobierno, la República está casi siempre simbolizada por una mujer joven, decidida, firme, con un gesto resolutivo que contempla esperanzada el horizonte, enarbolando la bandera tricolor, como ocurre en las pinturas de Pradillo. El nuevo régimen, por tanto, apostaba por esta nueva imagen de mujer, por esta garçonne, que abandona el recinto del hogar para ocupar un puesto al lado del hombre en la transformación y regeneración social. La representación femenina republicana apunta, pues, hacia este nuevo icono de una mujer dinámica, independiente, que se sitúa, portando la bandera, a la vanguardia, a la cabeza de una sociedad que apuesta por el cambio. Es ella, la mujer-república, la posibilitadora de un futuro, porque con su esfuerzo va a contribuir, de una manera muy especial, a crear la nueva España que se soñaba y que tenía en sus manos.
Mercedes Gómez Blesa [Revista 7IM]

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