jueves, 10 de abril de 2025

Hora (Novalis)

Entre las muchas horas de alegría
que en la vida he encontrado,
tan solo una me ha quedado fiel;
aquella en la que he descubierto
quien en medio de angustias y dolores
ha muerto por nosotros.

Mi mundo estaba roto.
Como picado por gusanos,
se marchitaban corazón y flores;
todas las posesiones de mi vida,
cada deseo un poco me enterraba,
y aún estuve aquí para el suplicio.

Enfermaba en silencio,
siempre lloraba pidiendo una salida.
Solo permanecía por el miedo y la angustia.
Mas de repente me fue retirada
la piedra de la tumba,
y mi interior abierto.

Nadie pregunte por aquel que vi,
ni por quién iba de su mano.
Eternamente lo veré.
Y de todas las horas de mi vida
quedará abierta solo aquella,
eternamente alegre, igual que mis heridas.  


 

____________________________________________________________________________

Canciones espirituales
Novalis
(Georg Philipp Friedrich von Hardenberg)
(Wiederstedt, 2 de mayo de 1772-Weißenfels, 25 de marzo de 1801)

Editorial Renacimiento, 2006

Las Canciones espirituales son una obra peculiar: puede parecer a veces un simple cancionero litúrgigo, otras un poemario apologético, y en sus mejores momentos se nos presenta como el formidable cántico que un curioso místico de la modernidad ha creado en su propia noche oscura.
La historia de su elaboración es también peculiar y confusa. Ludwig Tieck cuenta que Novalis había empezado una serie de «canciones espirituales» que nuestro autor hubiera querido acompañar con una serie de sermones. No podemos hasta qué punto es fidedigna la indicación de Tieck, pero es muy probable que, entre las ideas de Novalis, estuviera la composición de una obra semejante. En cualquier caso, y como ocurre con casi todas las obras de Novalis, las
Canciones no son una obra acabada. Nada en el romanticismo lo es.
[Prólogo de Alejandro Martín Navarro] 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario