jueves, 14 de agosto de 2014

Aislamiento (Zygmunt Bauman)

Con este tipo de dispositivos en la mano, es posible, si se desea, estar solos en medio de un rebaño en estampida; y de forma instantánea, en cuanto la compañía resulta demasiado agobiante y opresiva. No juramos lealtad hasta la muerte, y cabe esperar que siempre haya alguien "disponible" cuando lo necesitemos, sin tener que soportar las desagradables consecuencias de estar constantemente disponible para los demás...
¿Es el paraíso terrenal? ¿Se cumple, por fin, el sueño? ¿Se ha resuelto la ambivalencia supuestamente inquietante de la interacción humana, reconfortante y estimulante, pero engorrosa y llena de escollos? Las opiniones en este punto están divididas. Lo que parece incuestionable, sin embargo, es que hay que pagar un precio por todo ello, un precio que puede resultar, si se piensa bien, demasiado elevado. Porque cuando uno pasa a estar "siempre conectado", puede que nunca esté totalmente y verdaderamente solo. Y si nunca está solo, entonces (por citar una vez más al profesor Zimmerman), "es menos probable que uno lea un libro por placer, dibuje, se asome a la ventana e imagine mundos distintos de los propios... Es menos probable que uno se comunique con la gente real del entorno inmediato ¿Quién quiere hablar con sus familiares si tiene a los amigos a un clic de distancia?" (en una fascinante diversidad y en cantidades inagotables; hay, quisiera añadir, quinientos "amigos" o más en Facebook).
Al huir de la soledad, se pierde la oportunidad de disfrutar del aislamiento, ese sublime estado en el que es posible "evocar pensamientos", sopesar, reflexionar, crear y, en definitiva, atribuir sentido y sustancia a la comunicación. Pero entonces, al no haber paladeado su sabor, uno nunca sabrá lo que se ha perdido, la ocasión que ha dejado pasar.


Aislamiento (Zygmunt Bauman)


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44 cartas desde el mundo líquido
Zygmunt Bauman ( Poznań (Polonia), 19 de noviembre de 1925 - Leeds (R.U.), 9 de enero de 2017)

Ediciones Paidós, 2011


En las 44 cartas que componen esta obra, Zygmunt Bauman nos ofrece sus reflexiones sobre la manera en que los ciudadanos del mundo liquido en el que habitamos debemos afrontar los cambios que se han producido en los últimos años y que tanto inciden en nuestra vida. Para ello, nos plantea diversos interrogantes: ¿como debemos tamizar la información que realmente importa de montones de basura inútil e irrelevante? ¿Como debemos sacar mensajes significativos del ruido insensato?

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