lunes, 20 de enero de 2014

Río (Rumer Godden)

El río de Harriet era un gran río de una milla de ancho que discurría lentamente entre orillas de fango y arena blanca con unos campos lisos hasta el horizonte, cultivos de yute y arrozales bajo un cielo azul inmenso. “Si hay en mí un espacio —dijo Harriet cuando fue mayor—, viene de ese cielo.”
El río se vaciaba, atravesando el delta, en la bahía de Bengala, su mar final. Había vida dentro y encima de su corriente: una vida autóctona de peces, de cocodrilos y de marsopas que salían y entraban haciendo cabriolas, con la piel color gris, bronce y azul burbuja a la luz del sol; masas de jacintos de agua flotaban en su superficie y en primavera florecían. Había vida de tráfico en el río: estaban los vapores correo, con sus chimeneas negras y sus ruedas de paletas, que hacían olas que llegaban hasta la orilla, y otros vapores con gabarras de yute a remolque; estaban las embarcaciones típicas, de mimbre sobre casco de madera, que tenían ojos pintados en la proa y juegos de velas andrajosas para cuando soplaba el viento; estaban las barcas de los pescadores, medias lunas extendidas en el agua, y en los bajíos pescadores con canastos vadeando con sus huesudas piernas negras y echando unas redes pequeñas y finas en las que sacaban unos peces de un dedo de largo que brillaban enganchados en su malla. Los peces formaban parte del tráfico, y cada parte perseguía su propia finalidad, y a todos arrastraba el río en su corriente.


Río (Rumer Godden)
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El río
Rumer Godden (Sussex, 10 de diciembre de 1907 - Dumfriesshire, 8 de noviembre de 1998)

Roca Editorial, 2007


En la India del Imperio Británico, Harriet, una niña inglesa, vive una idílica infancia entre sus hermanos, la exuberancia de un jardín lleno de flores y el transcurrir de un río en su viaje hacia Bengala. Sin embargo, Harriet no podrá evitar que el paso del tiempo convierta su precioso universo en algo distinto, menos amable y que ella no consigue comprender. Tal y como no podría evitar que el río fluya, tampoco puede evitarse hacerse mayor y todo lo que ello conlleva. El río es el precioso homenaje que la novelista británica Rumer Godden hace a la India y a su propia infancia.

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