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¡Cesa, Abdu, cesa ya! Tu canción está cantada,
no pienses en ganar el premio del cantor
hasta que los hombres consideren pecado mortal a la ignorancia,
hasta que el hombre merezca su título de "sabio",
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en días venideros, días tardos en alborear,
cuando la sabiduría se digne morar entre los hombres,
estos ecos de una voz largo tiempo callada
despertarán quizá sones de respuesta;
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Emprende tu camino con la frente serena,
no temas narrar tu humilde historia:
los susurros del viento del desierto,
el tintineo de la campana del camello.
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La Casida
Richard Francis Burton (Torquay, Inglaterra, 19 de marzo de 1821 – Trieste, Imperio Austrohúngaro, 20 de octubre de 1890)
Ediciones Hiperión, 1999
Richard Francis Burton, explorador, etnólogo, escritor, traductor, sexólogo,
militar, agente secreto, espadachín, diplomático, estudioso de escuelas
filosóficas y de religiones y sectas varias, políglota que dominó
veinticinco lenguas y más de cuarenta dialectos, estudió en Oxford hasta que le expulsaron; viajó
por la India, Arabia, Harar, Tanganika, Zanzíbar, Crimea, Estados
Unidos, Fernando Poo, Brasil, Siria y Trieste.
Tal vez escrita antes (en 1854) que la famosa versión inglesa de las Rubaiyyat de Omar Jayyam realizada por Edward Fitzgerald, tal vez influida por ésta, La Casida
se publicó en 1880, supuestamente traducida por "Frank Baker", uno de
los seudónimos de Burton, y atribuida a un peregrino persa, Hach Abd
el-Yazdí. El supuesto traductor le añadía unas extensas notas finales en
prosa, en las que analizaba y explicitaba el contenido filosófico y
teológico (más bien agnóstico o incrédulo) del poema. Burton no quiso
admitir públicamente la autoría de la obra, aunque su viuda sí lo haría
póstumamente.
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