sábado, 23 de noviembre de 2013

Deseo (Julia Otxoa)

Z. sentía intensos deseos de cortar amarras con todo, sobre todo, con aquel sentimiento de culpabilidad que aparecía siempre acompañando a este deseo. Pensar, aunque sólo fuera durante unos breves segundos, en la posibilidad de cambiar de vida, en hacer lo que deseaba, aunque ello significara dejar su trabajo en la oficina del señor Kluber. Y lo que realmente quería hacer todas las mañanas desde hacía treinta años, era pasear sin prisas, vagabundear, perderse tranquilo en sus ensoñaciones por los jardines que bordeaban el río, sintiendo pasar a su lado la dinámica de la ciudad, los carteros con sus bicicletas, los carritos de los panaderos, los músicos callejeros.
Todo esto pensaba mientras se dirigía hacia su trabajo y retrocedía de pronto como siempre, y se desviaba hacia la avenida Salvara que desemboca en el río, para arrepentirse, rectificar y desandar sus pasos, dirigiéndose de nuevo hacia la oficina, y sentarse allí totalmente derrotado en su mesa repleta de carpetas, folios y libros de contabilidad para escribir hasta las tres de la tarde largas cartas a los clientes del señor Kluber, exigiéndoles el pago de sus deudas a la mayor brevedad posible, dada la precaria situación económica por la que estaba atravesando la empresa Kluber and Kluber, especializada en la gestión de todo tipo de asuntos relacionados con la herencia de personas desaparecidas.


Deseo (Julia Otxoa)____________________________________________________________________________

Kluber and Kluber
[Un extraño envío]
Julia Otxoa (San Sebastián, 13 de marzo de 1953)

Ediciones Menos cuarto, 2006

 
“Como en toda mi obra narrativa hay una mirada perpleja sobre el mundo, un profundo escepticismo a veces irónico, otras inquietante ante lo ilegible del acontecer humano. La escritura dentro del enigma como respuesta simbólica al laberinto. Encuentro en este modo de narrar, que algunos estudiosos etiquetan como literatura del absurdo, el mejor medio para traducir cuanto ocurre a mi alrededor. En este libro se encuentran una serie de ingredientes fieles en todos mis relatos, lo lúdico, el juego con las apariencias, el juego con el propio lenguaje, la inclusión del misterio y lo inquietante como parte de la normalidad, el factor sorpresa, la ironía… el humor como deconstrucción del orden lineal con el que a veces aparece disecada la vida. Universo narrativo entre la melancolía y el humorismo, entendiendo la melancolía como tristeza que se aligera, y el humor.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario